Imitaciones de lujosas carteras y bolsos Yves Saint Laurent, Louis Vuitton, Chanel y Carolina Herrera incautaron fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas en Arica. Las mercancías tienen un valor de US$ 4 millones de dólares y se estima que la evasión tributaria bordea los $852 millones de pesos.
El procedimiento se registró debido a un trabajo conjunto entre especialistas de la Unidad de Análisis de Riesgos de la Dirección Regional de la Aduana de Arica y de la Superintendencia de Aduanas de Tacna, Perú, quienes intercambiaron importante información para evitar la comercialización en Sudamérica de estas imitaciones.
Los fiscalizadores ariqueños establecieron mediante la revisión de manifiestos de carga el embarque sospechoso de un contenedor de 40 pies, el cual salió desde China rumbo a Arica, donde un camión supuestamente llevaría la carga a Tacna, Perú, y luego a Lima. En paralelo, se intercambiaron antecedentes con la Aduana peruana y se determinó la presencia de un riesgo.
Fue así como se instruyó interceptar el contenedor y fiscalizadores aduaneros de la unidad de aforo esperaron que la carga llegara a Arica y realizaron una inspección física. Según la declaración de embarque, el contenedor traía 364 paquetes de carteras para mujer sin marca y con un peso total de 3.830 kilos. Sin embargo, al inspeccionarlo hallaron que contenía 97 bultos con 6.120 carteras que imitaban a prestigiosas marcas.
El Director Regional de la Aduana de Arica, Emilio Araya Ramírez, señaló que se trata de 4.080 carteras que imitan modelos de la marca Carolina Herrera; 1.020 que copian la marca Louis Vuitton; 600 que emulan a Chanel y 420 simulan ser carteras YSL. “Son carteras que imitan modelos de las últimas colecciones de estas prestigiosas marcas y están confeccionadas con un material muy similar al cuero. En algunos casos poseen hasta las mismas tonalidades en las hebillas y aplicaciones metálicas, a lo que se agrega que incluso trataron de falsificar hasta el forro interior de los bolsos”, agregó.
Las carteras venían agrupadas en cajas de cartón y sacos plásticos sin denominación, rodeadas a su vez de otras carteras sin diseños imitativos y material plástico para despistar y hacer creer que toda la carga era de ese tipo. Se estima que su objetivo era ingresar al mercado Sudamericano y que cada pieza posteriormente sería acompañada con papelería y embalaje que emule al producto original.
El Servicio Nacional de Aduanas presentó inmediatamente la denuncia y estudios jurídicos representantes de las marcas interpusieron querellas.