En una jornada colmada de emoción y simbolismo, el pueblo de Humagata celebró la festividad de San Santiago con la bendición de una imponente réplica de retablo barroco, obra que representa un profundo gesto de devoción, herencia cultural y compromiso comunitario.
Este retablo, elaborado en madera de cedro por el artesano ecuatoriano Luis Saraus a partir de 2023 y concluido por artesanos ariqueños, fue instalado en la iglesia restaurada de Humagata, construida en el siglo XVII. Su belleza resplandece con capas de pan de oro y plata, convirtiéndose en un ícono de recuperación espiritual y artística.
La obra, impulsada por la Fundación Altiplano y la Comunidad Indígena de Humagata, recibió respaldo financiero del Ministerio de las Culturas, del FNDR y de talleres especializados. El proyecto se realizó en tres etapas, desde el cuerpo central hasta el ático de coronación, incorporando elementos litúrgicos y hortofrutícolas representativos del entorno.
Durante la ceremonia, se realizó una pawua, seguida de la colocación solemne de la imagen del patrono San Santiago en el corazón del retablo, cargada por descendientes de la familia Cañipa Ponce. El sacerdote Nelson Peña presidió la bendición destacando: “Es un retablo hermoso que recoge la vida y tradiciones de una comunidad y familia; una ofrenda a Dios que emociona a todos.”
Uno de los momentos más significativos fue el homenaje a Zoila Ponce, matriarca que dedicó su vida a preservar las tradiciones de Humagata. Su legado vive en cada rincón de la iglesia, y en la voz de su hijo Luis, presidente de la comunidad: “Tantas evocaciones en este día tan especial, de quienes han partido… y con el apoyo público, esta obra queda como testimonio de amor.”
La Consejera Regional, Lorena Ventura, resaltó el valor histórico y estratégico del poblado: “Este retablo y su entorno restaurado se convierten en un punto equidistante entre Chamarcusiña y la Virgen de Las Peñas; reflejo del trabajo familiar en la preservación de tradiciones.”
La jornada culminó entre melodías de clarín, himnos de Chile y Arica, pies de cueca nortina y una cacharpalla comunitaria, sellando el vínculo entre espiritualidad, arte y agricultura ancestral. Humagata florece hoy como un vergel fértil, donde cítricos y frutas nacen gracias al riego por goteo, en terrazas y pircas que evocan el legado incaico. Su paisaje, colmado de petroglifos y piedras tacitas, narra historias precolombinas que siguen vivas gracias al compromiso de la familia Cañipa Ponce.