Con el objetivo de avanzar hacia una atención en salud más inclusiva y respetuosa, el Hospital Regional de Arica Dr. Juan Noé realizó una reunión informativa para presentar el borrador del nuevo protocolo de atención para personas autistas, las directrices para mejorar la atención a personas neurodivergentes y las normas técnicas de la ley 21.545.
La jornada contó con la participación de parte del equipo directivo del hospital, profesionales clínicos y representantes del Servicio de Salud Arica y Parinacota (SSAP). Durante la instancia, se socializó el documento preliminar que busca establecer estándares de atención centrados en el respeto, la accesibilidad y la no discriminación, bajo un enfoque de derechos y dignidad.
El director (s) del hospital, Elías Chahuan, valoró la instancia como parte de un esfuerzo sostenido por actualizar los protocolos internos y responder a las necesidades específicas de esta población. “Este proceso no solo nace del cumplimiento de una ley, sino del compromiso institucional de entregar una atención más digna, preferencial y adaptada a quienes más lo requieren”, indicó.
Además, Chahuan destacó que el cambio debe ser también cultural, y permear a todo el personal del hospital. “Todos tenemos un rol en asegurar una atención respetuosa y centrada en las personas”, agregó.
Durante la exposición, Evelin Contreras, trabajadora social del área de pediatría, y Melany Márquez, fonoaudióloga del hospital, presentaron los lineamientos principales del protocolo, enfocados en la accesibilidad, la no discriminación y la creación de espacios amigables y predecibles.
La neuróloga infantil Andrea Grez, en tanto, explicó los desafíos y particularidades de la atención a personas autistas, subrayando la necesidad de entornos silenciosos, estructurados y que respeten la comunicación no verbal.
Desde el SSAP, Cristopher Herrera y Rocío Segoviadetallaron los aspectos técnicos y legales de la Ley N° 21.545, haciendo énfasis en la implementación de medidas de accesibilidad universal en el sistema de salud.
El protocolo participativo, aún en fase de revisión, busca garantizar una atención sin barreras físicas, promoviendo espacios de consulta adaptados, formación continua del personal que cuenta con la colaboración activa de las familias y cuidadores.