Ante el colapso del control fronterizo, la ineficiencia del Estado y el avance del crimen organizado, el senador José Miguel Pilo Durana planteó la necesidad de que Chile evalúe su permanencia en la Convención de Ottawa, con el objetivo de recuperar herramientas legítimas de defensa en las zonas más vulnerables del país.

El senador recalcó que esta no es una discusión ideológica, sino una reacción proporcional y de sentido común ante una amenaza real. En la Macrozona Norte, afirman, ya no se trata solo de migración irregular, sino de bandas criminales transnacionales que operan con armas, control territorial y redes de tráfico de personas, drogas y armas.

En regiones como Arica y Parinacota, la sensación de inseguridad supera el 60 %, según datos del INE. En paralelo, los ingresos por pasos no habilitados siguen en aumento: desde 2021, más de 100 mil personas han ingresado de forma irregular al país, muchas sin control de identidad ni verificación de antecedentes.

“Si el Estado no puede garantizar el control fronterizo, no está cumpliendo su función más básica. La Convención de Ottawa fue pensada para otros tiempos, no para enfrentar a bandas que operan con violencia, armamento y poder económico”, señaló el senador José Miguel Pilo Durana.

“Hoy los ariqueños viven con miedo. Hay tráfico de migrantes, trata de personas y lavado de dinero en sus narices. No estamos pidiendo militarizar el país. Estamos exigiendo herramientas legales y efectivas para proteger a las personas”, agregó.

Asimismo, recalcó que otros países democráticos han revisado tratados internacionales cuando estos resultan incompatibles con sus desafíos internos. “Chile no puede darse el lujo de seguir siendo ingenuo. El Estado está perdiendo territorio. Es hora de recuperar el control”, sentenció.