El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Arica condenó hoy a Manuel Páez Rivera a la pena de 10 años y un día de presidio, en calidad de autor del delito de homicidio de Héctor Arenas Carrasco, ilícito perpetrado en enero de 2015, en la vía pública.
En fallo unánime (causa rol 48-2015), el tribunal –integrado por los magistrados Guillermo Rodríguez González (presidente), Mauricio Petit Moreno (redactor) y Ana Paula Sepúlveda Burgos– aplicó, además, a Páez Rivera las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, más el pago de las costas.
Asimismo, el tribunal dispuso, una vez ejecutoriado el fallo, que se proceda a la toma de muestra biológica del sentenciado para determinar su huella genética y su incorporación al registro nacional de ADN de condenados.
Resolución que dio por acreditada la participación de Páez Rivera en el delito, más allá de toda duda razonable, entre otras probanzas, en “(…) los dichos del propio acusado, en cuanto admitió haber causado la muerte de la víctima con un arma de fuego, lo que permite producir plena convicción sobre su responsabilidad como autor del delito, en los términos que prevé el artículo 15 N°1 del código punitivo, pues han demostrado de manera unívoca y lógica que intervino material y directamente en su comisión”.
En la causa, el tribunal absolvió Rodrigo Alba Vergara, imputado por el Ministerio Público como coautor del delito, por falta de participación en los hechos, porque “(…) la prueba de cargo es a todas luces insuficiente para atribuirle a Rodrigo Alba Vergara la ejecución material del delito o cualquier otro grado de participación en el mismo, razón por la cual se dictará sentencia absolutoria a su favor”.
Conforme la prueba rendida en juicio, apreciada y ponderada en los fundamentos que preceden, el tribunal ha podido tener por establecido la existencia de los siguientes hechos: “Que en horas de la noche del día 26 de enero de 2015, en calle Rómulo Peña de esta ciudad, el acusado Manuel Páez Rivera mantuvo un altercado con la víctima Héctor Arenas Carraco, producto del cual le disparó en al menos tres ocasiones, causándole finalmente la muerte por un paro cardiorrespiratorio secundario a una herida penetrante de cráneo con lesión cerebral por proyectil de arma de fuego”.