Emocionado hasta las lágrimas está Andrés Choquejada Zapata, maquinista por 35 años del tren que une Arica con Tacna, tras la reanudación del funcionamiento del histórico ferrocarril, cuyos viajes se iniciaron originalmente en 1856. Durante más de 155 años, realizó diariamente su recorrido llevando turistas, comerciantes y carga, hasta que dejó de funcionar en abril de 2012.
La ceremonia, que contó con la presencia de autoridades de ambas ciudades, lideradas por la intendenta Gladys Acuña y el gobernador regional de Tacna, Omar Jiménez, es un testimonio vivo y tangible de la amistad y profundos lazos históricos que unen a las ciudades fronterizas.
“Estoy muy contento porque vuelvo a vivir la emoción de transportar a los hermanos chilenos, de servirles y atenderles como siempre lo supe hacer”, señala Andrés Choquejada, quien, a sus 65 años, 5 hijos y una docena de nietos, se ilusiona con la idea de ver a este ferrocarril mejorado.
“Nosotros estamos retornando el servicio que habrá ahora y ojalá que el gobierno regional mejore nuestro ferrocarril Tacna-Arica para prestar un mejor servicio a nuestros usuarios”.
Cuenta que mientras el tren estuvo fuera de circulación, él y sus compañeros de labores trabajaron en el mantenimiento de la vía. “Lo hicimos con cariño, con la esperanza de reiniciar nuestros viajes, hasta que nos sacaron para manejar autocarril”.
De sus años como maquinista del tren Arica –Tacna, tiene bonitos recuerdos. “Gracias a Dios que no he tenido ningún problema, ni con policías, ni con nadie; ha sido un trabajo tranquilo, y feliz de prestar un servicio a los hermanos chilenos y también a los comerciantes de Tacna, por tanto tiempo, y que espero se prolongue mucho más”.
Respecto a la reapertura del itinerio del Ferrocarril Arica –Tacna, la intendenta Gladys Acuña expresó que una de las magias que tiene el ferrocarril es que sin importar nacionalidad o países, siempre la reapertura de una estación trae historias y recuerdos de quienes, por muchos años, laboraron entre durmientes y líneas férreas.
Por tal motivo, dijo, es muy grato conocer historias como las de don Andrés. “Queremos valorar el esfuerzo que hicieron durante años trabajadores de este ferrocarril, queremos apreciar que todos los días se tuvieron que levantar como nosotros, con los sueños intactos para cumplir con su tarea y luego volver con sus familias a la ciudad de Tacna.”
El ferrocarril tendrá dos salidas diarias entre las estaciones de Arica y Tacna, separadas por 60 kilómetros y por una hora y media de viaje. El servicio, que es administrado por el Estado peruano de acuerdo al Tratado de 1929 suscrito entre Chile y Perú, se realizó en un autovagón con capacidad para 48 pasajeros.
Los trámites migratorios se realizarán en ambas estaciones, las que fueron remodeladas, al igual que sus accesos.