¿Qué significa descentralizar?, ¿Qué es lo que nos falta, para que de una vez por todas se haga efectivo el proceso de descentralización y desarrollo territorial en Chile?
La historia constitucional de Chile se caracteriza por un tema que ha provocado constante tensión: la discusión en torno al grado de autonomía de las regiones respecto al poder central.
Desde una perspectiva politológica, la descentralización modifica el aparato institucional político-administrativo, transfiriéndose competencias a unidades más pequeñas, esto desde una óptica territorial como funcional, es decir, transferir competencias sobre decisiones políticas. Un paso significativo en nuestro país es la elección, a partir de este año, de la figura del Gobernador Regional a través de un proceso de elección democrática, el rol de esta autoridad es la administración superior de cada región en orden al desarrollo social, cultural y económico de las regiones, y los intendentes serán reemplazados por un delegado presidencial regional, como representante del presidente en cada región.

A partir de lo anterior se deben proyectar las funciones de los gobernadores regionales en el marco de una nueva Constitución y la importancia de dichas autoridades como representantes de cada región.
Pero, ¿Cuál es la importancia del proceso de descentralización? Desde el retorno a la democracia en Chile y en general en América Latina, según indica un artículo publicado por la CEPAL (2015) “Panorama del desarrollo territorial en América Latina y el Caribe”, el desarrollo de la descentralización sigue siendo un instrumento indicado para aumentar la legitimación y gobernabilidad democrática.
Para contextualizar este proceso histórico, nos remontamos a los años setenta, donde la mayoría de la población en América Latina vive en la ciudad, y existe un alto índice de pobreza reflejado.

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mayoritariamente en las zonas urbanas, se provoca una demanda de bienes y servicios de manera colectiva.
De esta manera, para muchos ciudadanos la acción estatal que requieren de forma cotidiana se concentra a nivel local. En la actualidad, en parte como resultado de sus competencias y en parte como consecuencia de las políticas de descentralización, en muchos países de la región los gobiernos locales administran, aunque sea de forma parcial, los servicios de salud y educación, participan en la ejecución de las políticas centrales orientadas a combatir la pobreza y la exclusión social. Ejemplos de estos procesos de descentralización en la región latinoamericana son Bolivia con el proceso de reorganización de su sociedad civil, el regreso a la democracia en Brasil, que se caracterizó por tener partidos políticos regionales y que cuentan con sistemas de decisión más descentralizados.
En cuanto a Chile, durante la transición chilena (1990-2010), han existido diversos programas de gobierno y avances en democratizar las atribuciones de las estructuras regionales pero los pocos cambios en la distribución del poder del Estado, ha provocado que el gobierno central no transfiera los recursos necesarios para la autonomía de los gobiernos regionales.
Resulta pertinente pensar que la nueva Carta Fundamental puede ser una oportunidad para reestructurar la organización del Estado, y avanzar desde un Estado unitario a un Estado descentralizado. La futura Constitución debiera retomar la tarea de una nueva definición territorial del Estado, sus regiones, provincias y comunas: un Proyecto País en Descentralización y Desarrollo Territorial, expresado en una mayor convicción, voluntad política y liderazgo para superar los fuertes intereses políticos y económicos a corto plazo asociados al centralismo. Todo esto, sobre la base de los principios de autonomía, espacios de efectiva participación y control social sobre las decisiones políticas y un real equilibrio y coordinación interterritorial.
El orden lógico aconseja enfrentar primero la profundización del modelo por el lado de las competencias y recursos, y asignar después de manera permanente todo lo regional a los gobiernos regionales.

Claudia Tapia Malebrán
Licenciada de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, con capacidades de analizar, decidir y actuar sobre los procesos políticos que inciden en el desarrollo del país, región y ciudad, bajo una perspectiva de
equidad y compromiso social.