A través de una declaración pública, la Municipalidad de Arica llamó al Gobierno a tomar de manera urgente medidas que vayan a combatir la crisis de seguridad del norte grande.

El alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, y el Concejo Municipal, pusieron a disposición del Gobierno y del Ministerio del Interior todas las herramientas municipales para poner un freno al aumento de delincuencia en la comuna, situación que va de la mano al incremento de la violencia y delitos en toda la macro zona norte de Chile.

A través de una declaración pública, la Municipalidad de Arica manifestó su “profunda preocupación ante la grave crisis delictual que está azotando a las ciudades del norte grande de Chile”. Una situación en la que, de manera paralela, avanzan un aumento desmedido de la violencia en los crímenes y la vulnerabilidad de la frontera, que ha permitido el ingreso de bandas criminales organizadas a Arica.

Junto con ello, el evidente aumento en el uso de armas de fuego, que han significado un récord de homicidios en lo que va de enero, el déficit de personal de Carabineros y PDI y el bajo recurso con el que cuenta la Fiscalía, no se condicen con la condición estratégica de Arica y Parinacota, región bifronteriza con uno de los pasos terrestres más transitados del país como es Chacalluta.

“Es por ello, que como Municipalidad de Arica ponemos a disposición del Gobierno y el Ministerio del Interior, organismo a cargo de la seguridad del país y sus ciudades, el trabajo de nuestro equipo de la Dirección de Prevención y Seguridad Humana y todos los servicios necesarios para la prevención del delito. Lo que sea necesario, pero es urgente recuperar la paz en nuestra ciudad”, señalaron en el comunicado.

Desde la Municipalidad solidarizaron con la vecina región de Tarapacá, que hoy ha estado en el centro de la agenda nacional por tener una crisis de seguridad mucho más aguda que el resto de la macro zona norte. Sin embargo, esto no quita que el problema es mucho más amplio, afectando desde Arica hasta Antofagasta.

“Medidas como la expulsión de delincuentes, no es garantía para ciudades fronterizas como la nuestra, pues estos mismos individuos ingresan irregularmente al país por nuestra ciudad y por una frontera altamente permeable”.

Por tal motivo, explican el alcalde Espíndola y los concejales, urge un rol más protagónico del Gobierno en materia de seguridad, aumentando la dotación policial del norte grande, reforzando sus fronteras y logrando una mayor coordinación internacional que permita contraatacar de mejor manera a las mafias. Dicha labor, que debe ser realizada por la administración de Sebastián Piñera, sin lugar a dudas debe ser continuada por el futuro gobierno de Gabriel Boric.

“Hoy la comunidad de Arica se está movilizando por el cansancio de lo que está ocurriendo en nuestra ciudad con la delincuencia y al igual que ellos, exigimos al Gobierno central la alerta máxima de las autoridades a cargo de la seguridad en la región a objeto de construir acciones inmediatas que den solución a esta crítica situación”,